No siempre necesitás un analgésico… el Trabajo también CURA!
El TRABAJO tiene un papel central como organizador y articulador del sentido en los espacios de la vida cotidiana.
Te otorga la posibilidad de desarrollar aptitudes y capacidades. Es constructor de un espacio de pertenencia. Brinda un lugar social, una identidad que necesita de una confirmación reiterada día a día.
El trabajo nos suele motivar, nos mantiene en movimiento, nos impulsa a pensar, a superarnos, nos empuja a esperar una RETRIBUCIÓN… Pero, ¿Cuál es la retribución esperada? Si, está implícito que una remuneración económica pero la retribución deseada es de naturaleza simbólica, se trata del RECONOCIMIENTO. Reconocimiento de sus aportes, de sí mismo.
De esta manera, nuestro trabajo a veces amado y tantas veces odiado, se convierte con frecuencia en el espejo en el que nos miramos y reconocemos.
Trabajar es entonces beneficiarse con un lugar para hacer y hacerse con los otros, nos permite volcar nuestros deseos y metas, profesionalizar nuestros saberes.
EL TRABAJO nos brinda un lugar, un espacio propio y a su vez compartido.
#clicktime
Sobre el autor